Más allá del desafío y el esfuerzo, las vacaciones de invierno son una linda oportunidad para compartir actividades simples y creativas. Como cada año, La Casa en las Tunas celebró la semana con un conjunto de iniciativas especiales.
Los más pequeños, de 3 a 9 meses, participaron junto a sus familias de un colorido desfile de disfraces. El grupo de 9 a 15 meses realizó una competencia de gateo y los más grandes cocinaron junto a sus padres, hermanos y abuelos.
Miriam López, asistente del taller Rincón de Juego, nos contó que las consignas fueron comunicadas con tiempo para que todos pudieran dar rienda suelta a la imaginación y al ingenio. Muchos hicieron sus propios disfraces y entre los grupos se ayudaron a completar cada uno de los atuendos. “Se notó el entusiasmo y el compromiso”, dijo Miriam. “Es una buena instancia para que los familiares de los chicos conozcan los programas y sepan qué hacemos en los talleres”.
También hubo encuentros a través del deporte. Un grupo de adolescentes organizó junto a la profe Lucila Carusso, un torneo de hockey que reunió a las chicas con sus familias y requirió la incorporación de planillas de inscripción, circuitos y entregas de diplomas con menciones especiales.